lunes, 12 de febrero de 2007

E-mail 8

Hola a todos!
He esperado hasta la última semana para dar carpetazo a los e-mails desde Sofia. Hace 3 semanas que no escribo, y de nuevo se amontonó todo. Diciembre ha sido la guinda del pastel Erasmus. Ante todo, la mejor noticia es haber sacado bien las 5 asignaturas que vine a hacer. El examen de Simulación de Plasmas fue bien. Los profesores me han animado mucho y parecen muy contentos. Pero antes de esto han pasado muchas cosas.
Después del fin de semana en Grecia, hubo una semana bien cargada de trabajo. Así que el siguiente fin de semana lo pasé aquí en la ciudad con los españoles y los amigos búlgaros. Lo mejor de esa semana fue el concierto del grupo "Philip Koutev". Cuando vayan a España, os lo recomiendo. Son el grupo folklórico más internacional de Bulgaria. Pueden ser unos 100 entre el coro, la orquesta y los bailarines. Tienen mucho nivel. La orquesta y los bailarines lo hicieron muy bien, pero lo que realmente me marcó fue el coro, que era entero de mujeres. Tenían unas voces muy al estilo "Adiemus". Aquí en Bulgaria se ha hecho famoso este tipo de canto como "El misterio de las voces búlgaras". Y desde luego es sorprendente que puedan cantar así.
El Presidente del Consejo General del Poder Judicial Español, visitó la audiencia nacional de Sofia, que es donde trabaja Ronny. La cooperación a nivel de reforma de leyes entre España y Bulgaria es importante. A todos los jefazos que visitan tales instituciones les regalan música y cosas tradicionales hechas a mano. Como le dije a Ronny que las voces de "Philip Koutev" me habían gustado, me consiguió un pack de regalos a jefazos de la audiencia nacional. Así que tengo 5 CD's: "Philip Koutev", uno de liturgia ortodoxa, uno de una boda ortodoxa, "The magic of Rhodopa mountain", y el "flautista" Spassov. Además me regalaron un marcador de libros y una bolsa ambos tejidos a mano. Lo que tiene codearse con las altas esferas. En orden de poderes en Bulgaria, primero está el presidente, luego el primer ministro, luego el presidente del parlamento, y luego el jefe de Ronny. Pero lo fuerte es que estos 3 primeros no mandan sobre el cuarto. Me contaba que el anterior fiscal general del estado decía "Por encima mía sólo está Dios". Es algo pendiente de reforma.
El fin de semana lo pasé alternando nuclear con escapadas. Los españoles fuimos a un concierto de rock en un local cerca de mi casa que se llama Backstage.
La semana siguiente la pasé quedando y viendo los detalles de la gran escapada del puente de la Inmaculada. Aquí como os podéis imaginar, no hay ni día de la Constitución, ni de la Inmaculada. Pero coincide que el 8 de diciembre es la famosa fiesta de los estudiantes. Básicamente los estudiantes universitarios del país ocupan durante una noche los monasterios y celebran de esta manera tan conocida por todos. A mí no me atraía mucho ir a un monasterio para acabar despierto hasta las mil con un montón de borrachos de rakía por la zona. Así que me lancé cuando las chicas de la oficina comercial de la embajada española me comentaron de ir a Kiev en ese puente. Desafortunadamente el gobierno de Ucrania exige visado independientemente de lo que dure la visita, y se tarda en conseguir. Descartado Kiev, buscaron de todo: Creta, Chipre, Serbia, Macedonia, Croacia... Finalmente salió bien una ruta por centroeuropa. 5 locos durante 4 días por 3 países con 2 vuelos de por medio, en definitiva, un viaje inolvidable. Arguiñe, Nur, Estela y Arantxa son estupendas compañeras de viaje. Nos reímos mucho todo el camino, cuando no teníamos la boca abierta por lo preciosa que es la zona.
Salimos desde Viena la noche del viernes con un coche alquilado hacia Bratislava. Curiosamente es más barato alquilar un coche en Bratislava y llevarlo hasta Viena que alquilarlo en Viena, y eso hicimos. En plena noche cruzamos la frontera, y tal como habíamos entrado en la Unión Europea, la volvimos a abandonar. En cualquier caso, la frontera con Eslovaquia caerá a fin de mes con la adhesión. Bratislava estaba muy bien iluminada, y arreglada al nivel de París (no volveré a repetir esto, pero es válido para todas y cada una de las ciudades que visitamos). A pesar del frío tan intenso, la gente estaba en la calle, y una de las plazas tenía un montón de locales abiertos con gente fuera. Llegamos a Bratislava la noche de San Nicolás, que se celebra el 5 de Diciembre en casi toda Europa. Nuestro análogo es el día de Nochebuena. Así que mucha gente celebraba en las casas en familia, pero a pesar de eso la gente estaba fuera también. Nuestro hotel estaba junto a la plaza principal, bien pegado a la embajada de Estados Unidos. Hoy en día estar cerca de la embajada de USA supone un plus de peligrosidad. En una plaza tan bonita, han montado alambradas, tabiques de hormigón, y han puesto vigilantes con metralleta en todas las esquinas cercanas a la embajada. En Sofía vivo a 2 manzanas de la embajada de USA. Lo de Sofia ya es exagerado: Han conseguido permiso para cortar permanentemente 2 calles, y en cada entrada han puesto una barrera con pilotes de hormigón de manera que ningún coche puede atravesarlas a toda velocidad. Los transeúntes no tenemos problema en pasar por allí, y me hace pensar que el tipo de enemigos que tiene USA (suicidas) tampoco tienen mucha dificultad en plantarse en plena puerta y detonar una bomba. Anoche pasé por allí y tuve miedo, no precisamente de un atentado. Siento mucho que los americanos tengan que estar así allá donde van. Para rematar la faena, la embajada española en Sofia está a 100 metros de la americana.
El hotel de Bratislava no era hotel. Era una especie casa al estilo "Okupa" con habitaciones decoradas con temas psicodélicos, setenteros, e izquierdistas. Nuestra habitación tenía una bola discotequera en el techo, los edredones eran tipo "Tie die", el sofá era como de piel de cebra, y había una pequeña biblioteca con títulos de escritores de la izquierda norteamericana de la quinta de Norman Mailer.
Aunque es evidente que tanto Eslovaquia como la República Checa están bien ataviados para su entrada en la unión, hay que decir que hay mucho en común entre ellos con Bulgaria en cuanto a su situación. Es cómo se invierte lo que parece la gran diferencia. No cabe duda del atraso de Bulgaria con respecto a centroeuropa, pero al final nos encontramos con que todos son países con grandes capitales llenas de actividad, y con zonas rurales muy muy deprimidas. Además son esos grandes núcleos los que contribuyen a la depresión del resto del país. Los jóvenes búlgaros se buscan la vida en Sofia, Plovdiv o Varna (y sobre todo en Sofia). Este es también el problema de Grecia, por más que lleve años dentro de la Unión. Creo que algunos paises entrantes no tardarán en tomarle ventaja a países como Grecia. Escuchando las opiniones de los locales, parece que cuanto más al este te vas, más se dedican los gobiernos a coger fondos para arreglar parches antes de invertir en aquellas cosas que te acaban devolviendo la inversión. Grecia por ejemplo, acabó con la tercera tanda de fondos de la Unión, y no alcanzó ni de lejos la cuota de devolución. Como solución subió los precios del turismo el pasado junio (justo antes de la temporada alta). El resultado fue desastroso, pues el turismo natural de la zona se desvió a países más baratos como Bulgaria y Macedonia, que experimentaron un fuerte incremento. Hay que entender también la dificultad de poner a la altura a un país como Grecia. Pero hay cosas que se notan demasiado. Hicimos no sé cuantos cientos de kilómetros por centroeuropa, y ni un solo bache. Carreteras perfectas. Ciudades cuidadísimas. En cambio, Atenas tiene los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, y no está la famosa autopista que la conecta con Europa. Cuanto menos las demás carreteras, aunque sean autopistas. Hay indicaciones, pero los cambios de carretera nos llevaron a dudar a menudo. Y ciudades del nivel de Kavala y Thesalonica están descuidadas. Ciudades del estilo en la Republica Checa son patrimonio de la humanidad, y parecen sacadas de un cuento de hadas. Aunque sean contextos muy distintos, saco en claro que el ritmo de desarrollo no es proporcional al dinero invertido. Otro ejemplo: Bulgaria devuelve buena parte de los fondos de preadhesión porque no hay gente ni trabajos donde invertirlos; tremenda ironía.
Bueno, si no os ha reventado la cabeza con mi rollo, es que sois bien duros.
Visto el centro de Bratislava y el castillo. Salimos hacia la frontera con la República Checa. De nuevo una frontera a punto de desaparecer. Hay que comprar una pegatina de 5€ para poder transitar por las carreteras Checas durante 10 días y ponerla en el cristal delantero. El campo y los bosques de este país están perfectamente cuidados. Todo el viaje pudimos ver champiñones de vapor el horizonte de las centrales térmicas, y alguna central nuclear. Primero visitamos Kutna Horá, que es famosa por su historia y tradición en la minería de la plata. Llegamos por la tarde a Praga. Praga no se acaba nunca de ver. Parece que media España vive allí. No vi alemanes, ni ingleses, ni franceses, ni americanos... españoles por todas partes. Tremendo. ¡Ah si! Un grupo de japoneses. Estuvimos en Praga 2 tardes y una mañana. Aunque haría falta más de una semana para verla y deprisa. Anduvimos por todo el centro, y pudimos ver el castillo, la catedral, la sinagoga española... me impresionó especialmente el memorial judío del holocausto, que es un templo con las paredes llenas de los nombres de las víctimas, y un cementerio al lado. Lleno de lápidas en recuerdo de gente, que por acabar en las cámaras de gas, no está allí.
El domingo visitamos la ciudad balneario de Carlovi Vari, con sus aguas termales, y sus calles tipo "Sisí emperatriz". Lleno de españoles. Más que Praga; era increíble. Otra ciudad declarada patrimonio por la UNESCO (como Kutna Horá).
De camino a Austria visitamos otro pueblo de ensueño (con un nombre rarísimo), y cruzamos la frontera. Austria es igual de bonito, solo que además es perfecto. Fuimos a Linz esperando encontrar otra bonita ciudadela, y nos dimos con una ciudad como Sevilla de grande por lo menos, pero mucho más desarrollada. La calle abarrotada de gente en plenas compras navideñas. Los precios por las nubes. Comimos allí, y tuvimos el tiempo justo por una megacarretera hacia Viena, de llegar al aeropuerto y facturar el equipaje (que ya se puede hacer sin que haya nadie, sino con ordenador, y escoges los asientos del avión como cuando vas al cine).
Este viaje solito debería ocupar el tamaño de toda la carta. Pero conservo muchos detalles y fotos para el vivo.
La semana siguiente, el aula cervantes invitó a un grupo de teatro español, y fuimos al Rektorat a verlo. La obra se llamaba "Ñaque o de piojos y actores". Muy buena. Haciendo un repaso por todos los tipos de actores callejeros del S XVII, y contando anécdotas.
Al día siguiente quedamos con el primo de Ronny en el club de tiro de Sofia. Nos recogió un amigo de ellos. Aunque el club tiene el tiro como deporte, todos los miembros del club de tiro tienen pinta de malos de la peli, con sus chaquetas largas, sus chupas de cuero, sus vaqueros... sobre todo porque son gente de cuarentaitantos con esas pintas. En el coche me dice este hombre: "¿Has visto a Antonio Banderas en Desperado?". Le digo que no. Me pregunta Ronny: "¿Tienes miedo?". Le digo que solo a que las armas búlgaras sean de mala calidad y se rompan. La broma hiere el orgullo del tirador "Aquí tenemos armas checas y de nosedonde, no hay españolas porque son muy malas y se rompen". Me río. Ronny me cuenta que Bulgaria es un productor importante de Kalashnikov (o como se escriba).
Antes de entrar en la sala de tiro es ritual tomar algo con los colegas tiradores. Me presentan a todos los del grupo: "Este chico es Español y dispara como Antonio Banderas". Se ríen. Todos leen y releen los protocolos y las normas del "Practical Shooting". Les apasionan las armas. En Bulgaria está permitido que vayas por la calle con tu arma. Le cuento a Ronny que en España hasta hace pocos años apenas había armas por las calles. Me pregunta "¿Entonces cómo podeis defenderos?" Cualquier español conoce mi respuesta. No parece impresionarle que España tuviera durante mi infancia uno de los índices más bajos de muertes por arma, incluyendo el terrorismo. Me reconoce por lo menos que eso de que la gente no se mate con armas, porque no tiene armas, suena razonable. Creo que os he contado ya que cuando entras en un local de Sofia te registran, y si tienes armas, te las guardan en un armarito especial a la entrada. Bulgaria: tan cerca de Europa, tan cerca de Texas.
Finalmente entramos. Pasamos por pasillos con tuberías en las esquinas superiores, para llegar a una sala fría. Muros de 1 metro de largo separan cada casilla para tiradores, de forma que no te salten los casquillos del que dispara a tu lado. Cada punto de disparo tiene unos ganchos en los que cuelgas una diana, y la alejas pasillo abajo hasta la distancia que quieras. El pasillo está entero agujereado de balas. Le dan un arma a Ronny y rellenan el cargador con 5 balas. Alejan la diana unos 10 metros. Dispara. Acercamos la diana y marcamos con tiza los agujeros para poder volver a usarla. No está mal: 1 en el centro otra en el 1er círculo, 2 en el segundo círculo y una fuera de la diana. Me dan el arma, y la cargan con 5 balas. Vuelven a alejar la diana 10 metros. Me pongo en postura: Las piernas levemente separadas. Mano derecha con el índice sobre el gatillo. Mano izquierda rodeando la mano derecha por delante. Ningún dedo a la altura del cañón; es peligroso. La espalda descansando levemente hacia atrás. Tienes que estar lo más cómodo posible, pero yo estaba bastante nervioso. Nunca había tenido un arma. No pesa demasiado, pero con los brazos extendidos es difícil controlar el pulso. La primera parte del gatillo baja suave. Llega a un tope. Aprieto un poco más fuerte y cuando menos me lo espero, se dispara el arma. Cuanto más tardo más me falla el pulso. Disparo la última y acercamos la diana. ¡Las 5 balas han dado en el centro! El tipo me mira y me dice "Eh! Antonio Banderas!". En la siguiente ronda me dicen: "A ver, Antonio", y me alejan la diana hasta unos 20-25 metros. Tres en el centro, 1 primer círculo, 1 segundo. Alucino. Cuelgan un globito de 10cm de diámetro, y lo alejan 10 metros. Ronny dispara 3 veces y falla. Le dicen "A ver, que pruebe Antonio". Disparo y le doy a la primera. En repetidas veces me voy dando cuenta de que es fácil darle a un blanco del tamaño de la palma de la mano a esa distancia (y con 0.5 dioptrías). Al final me llaman y me dicen: "Toma Antonio". Me dan un arma un poco más grande. Me dicen que la agarre fuerte. El retroceso de las otras armas me levantaba el brazo unos centímetros. Esta se disparó con un trueno, y se me subió por encima de la cabeza. La bala se fue un poco hacia arriba, pero estaba cerca del centro de la diana. Menudo susto. No, no soy ningún pistolero; esta gente dispara a blancos móviles varias veces seguidas. Yo disparaba a un fijo y me tomaba tiempo entre disparos. Pero sí que he descubierto con sorpresa (y espanto) lo fácil de disparar relativamente cerca. Por más pelis que viera, no es lo mismo hasta que no lo haces tú mismo. Como nota final, observé que todos los tiradores tenían que montar su... "numerito". Uno bajito y regordete con cara de malo, sacó el arma cuando menos se lo esperaba nadie y disparó 3 balas seguidas pegadas en el centro. Nos quedamos todos de piedra. El tío se da la vuelta y anda despacio con cara de "No te pases". Otro (el que nos trajo) saca de repente un pistolón de una de las cajas; y pienso yo que la va a cargar y tal. Pero lejos de eso, estaba ya cargada, él se gira y casi sin tiempo de apuntar se pone a disparar varias veces seguidas. Recojo uno de los casquillos todavía caliente; eran balas bien gordas.
Este último fin de semana lo hemos pasado de fiestas de despedida. Primero en casa de los Erasmus de Castellón, e hicimos el amigo invisible. A mi me hicieron 4 regalos, y una nota. La nota decía: "Propósitos para el 2004: 1 Me afeitaré al menos una vez al mes. 2 Me peinaré cuando reciba visitas. 3 Estaré siempre localizable. 4 Me seguiré cubriendo. Un abrazo". La 4 hace alusión a cierta broma. Los que me conocen saben cuan ciertas son las 3 primeras. Me regalaron una cuchilla de afeitar, un peine, un móvil de mentira, y un paraguas. Los vecinos se quejaron y nos fuimos a otro concierto en Backstage.
Al día siguiente, otra fiesta con la gente de la embajada, que acabó en una pelea de frutos secos y papeles de periódico. Algunos acabaron empapados en la ducha. Se nos fué a todos la cabeza. Pobres becarias; lo que tendrían que limpiar después. Luego a bailar en un club cubano que había cerca. Nos pusieron rumbitas y pachangueo además de salsa y merengue.
Con eso entré en la última semana, que ha sido de no tener tiempo para dormir. Acabar los trabajos, el informe de Cuba, el examen este que dije antes, la clase final de nuclear, y además ver a todo el mundo, recoger fotos e ir a algún concierto más. Lástima que "El retorno del rey" se estrena en enero en Bulgaria. Quería verla en inglés. El martes me llamaron para una cena. Resulta que soy el primer Erasmus que se marcha, y resultó que la cena era para despedirme sin que yo lo supiera. Me firmaron todos una camiseta de Bulgaria. ¿Cómo hice amigos tan buenos aquí? Casi se me saltan las lágrimas.
Esta carta estaba casi acabada antes de venirme a España, pero fue imposible tenerla lista antes del viaje. Estoy ahora mismo en el AVE a Sevilla leyéndola y escribiendo esto último. Uno de los que fueron a Troyan aquel fin de semana me dijo: "Te irás de Bulgaria con lágrimas en los ojos". No se equivocaba. Hay motivos de sobra para quedarse cautivado por este pequeño país. Es pequeño y ellos lo dicen. No se sienten importantes, ni relevantes. Su idioma no es internacional. Sus costumbres, aunque bien diferenciadas, están hermosamente difuminadas en el abanico cultural balcánico. Ya os he contado que hay desánimo y a veces desesperanza entre ellos. Pero yo creo en los búlgaros. Andan por caminos que me son familiares. Se ven a sí mismos como nosotros nos hemos visto.
Llegué aquí desconfiado, preocupado y cargado de mitos sobre la gente. Y es justo que desmienta todos los que pueda: No, esto no es el tercer mundo; es Europa. No, no son tan pobres que malcomen, ni tan escasos de recursos que te ponen la calefacción cuando has muerto congelado. No, no son desconfiados; muy al contrario, yo he despertado en casa de amigos búlgaros que me han dejado las llaves para que cierre al salir. No, no son tacaños. No, no son ajenos a nosotros (mientras que nosotros somos bastante ajenos a ellos). Las camareras no son prostitutas. La policía no es déspota. Las calles de Sofia centro no son peligrosas. Hay montones de teatros, cines, museos, restaurantes, centros comerciales, bazares, salas de música... Son abiertos, accesibles, tranquilos, respetuosos, graciosos, a veces despreocupados... son mediterráneos. Y por fin, el tópico fácil nacido de zonas cálidas como la nuestra: Pues no, serán un pais frío, pero ellos no lo son.
Para mí no volver sólo puede deberse a 2 motivos: falta de salud o de dinero. Seguro, seguro que tiempo hay para escapar un verano a las playas de Varna. Seguro que me encuentro con la mitad de los sofienses, y me vuelvo a sentir como en casa.
Gracias por animarme a escribir y por aguantar estos tochos. Para mí ha merecido la pena. Un abrazo muy fuerte a todos. Ya mismo nos vemos,
David

Ah! Aprovecho para compartir el resultado de un curso de Flash que he hecho durante mi estancia en Sofia. Está publicado en http://www.uco.es/~f82beald/
Hace falta FLASH 7, pero se tarda un minuto en instalar. Tengo problemas con el vínculo de las fotos de Bulgaria, pero espero poder arreglarlo pronto.

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