lunes, 12 de febrero de 2007

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Hola de nuevo!
A punto de terminar mi segunda semana aquí, los sucesos se amontonan a la vez que me voy estabilizando. La semana terminó con menos clases de lo debido por a una conferencia internacional de jóvenes promesas de la ciencia. No pude asistir de oyente por la cita que tenia con la embajada de España. El viernes fui a un concierto de música española en la Sala Bulgaria. La invitación decía:
"El embajador de España tiene el honor de invitar al Sr. David Becerra Alonso al concierto de música española que la Orquesta Joven de la Radio Classic FM ofrecerá en la Sala Bulgaria el viernes 10 de Octubre a las 19:30 horas con motivo del Día Nacional de España"
Concedí el honor de mi presencia al embajador. Me cae bien.
El programa del concierto era una pieza de Joaquín Turina, y dos de Manuel de Falla. La ultima, por supuesto, tenía que ser "El amor brujo".
A todos los Erasmus de Sofia nos pusieron en la misma fila. Yo fui al concierto con los de Castellón, y allí conocimos a dos Erasmus de Lleida. Al parecer ya solo nos queda conocer dos chicas que estudian arte. Pero aparte aquello estaba lleno de españoles. En el descanso empezamos a hablar con responsables de la embajada, profesores de español en universidades, institutos, responsables del Aula Cervantes de Sofia, trabajadores de la oficina española de comercio... y por supuesto residentes españoles en Sofia, que se ve que deben vivir muy bien (por como vestían).
Terminado el concierto nos juntamos 23 españoles para irnos a comer por ahí. Teníamos murcianos, gallegos, un madrileño, una vallisoletana, vascos y aragoneses, aparte de los castellonenses y yo. Ningún andaluz. Por cierto, que ahora me llaman sevillano de palo, porque soy sevillano pero nadie lo diría.
Me entero de que en mi calle, a 20 segundos de mi viven dos chicas de la oficina de comercio. La una se llama Argiñe y es de Vitoria. La otra se llama Nur y es una chica Iraquí nacionalizada en España. Ayer me invitaron a ir a tomar el postre en un sitio de aquí al lado que tiene una bollería que quita el sentío.
Los de la embajada nos llevan a restaurantes de lujo de la ciudad (ya se han olvidado de cuando fueron estudiantes y ahorraban, parece). La comida esta deliciosa. En efecto, el pescado no es aconsejable aquí, pero la carne está de maravilla. Me tome un Kentucky Steak que era para tomarlo despacio... una maravilla.
Después nos llevan a sitios de marcha y pubs. Nos metieron en un sitio que había que ir por un callejón completamente a oscuras, rodeando un edificio que se caía a cachos. Un erasmus comenta "Verás, nos van a pegar el palo los españoles". Y es que parecía una trampa. Llegamos a un gallinero con el techo a punto de derrumbarse. El murciano llama a la puerta, y le piden contraseña. Todos alucinando. Finalmente entramos a un recinto sin luz eléctrica. Todo era luz de velas. Música agradable, y mesas de madera. Llenamos más de la mitad del local.
Con ellos también fuimos al "Caramba", que esta ambientado en México, y tiene una barra en alto donde hay chicas vestidas de señoritas mejicanas, moviendo el ombligo a lo turco. El ultimo local al que fuimos con ellos se llama "Porno". El nombre no es más que para el reclamo, y por algunos cuadros de principio de siglo XX algo sugerentes colgados a la entrada. Por lo demás no es mas que una discoteca con música noventera.
Después nos fuimos un castellonense y los 2 de Lleida y yo al Studenski Grad, el famoso barrio de estudiantes de Sofia. Claro que en lugar de estar en un sitio bonito y bien conectado, es una zona de edificios separados por campo de hierbajos en la última punta de la ciudad. Los edificios, del legado soviético, no pueden ser mas feos, y no pueden estar mas desconchados. El Studenski Grad me recuerda un poco a esa zona juvenil de la película "La fuga de Logan". Parece que hayan dejado a los jóvenes lo mas apartados posible, viviendo en condiciones semi-aceptables, y con locales para su entretenimiento que tienden a ser antros para gente de todo tipo. En el Studenski la fiesta dura las 24 horas del día. Las residencias tienen baños y camas peores que los del Ichise (donde yo viví 3 días), las paredes son de papel, y la música a todo volumen no esta prohibida. Malo para dormir, malo para estudiar. Parece haber buenos comedores, y un autobús te deja en el centro en 20 minutos si quieres algo mas. Un mes en la residencia te sale por menos de 30 euros. Ahora bien, es el lugar ideal para conocer estudiantes, y ver la vida que llevan aquí. A pesar de como viven, muchos estudiantes trabajan en la ciudad en trabajos de 8 a 8 mal pagados para poder acabar la carrera.
Menudo contraste con el hecho de que en Sofia te llevas un titulo universitario por 2000 euros, si sabes a quien preguntar. Un responsable del Aula Cervantes me contó que conoce a gente que ha comprado su titulo para poder irse a trabajar al extranjero.

Mañana tenemos los españoles otra invitación en la casa del embajador (no en la embajada). Se oyen rumores de que el ministro Acebes anda por aquí, y lo veremos mañana. Toni de Castellón y yo le vamos a decir cuatro cosas al ministro. Ya os contare en mi próxima carta. Os dejo. Feliz día de la hispanidad y un abrazo,
David

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